viernes, 28 de febrero de 2014

Reflexión del Evangelio del día - 28 de febrero


Queridos hermanos en Dios:

Les pido mil disculpas por no poder publicar nada por los últimos 7 días. Yo estoy en tratamiento por depresión (les hablaré más de esto cuando escriba mi testimonio de vida en Dios) y con mi doctor estuvimos probando un medicamento nuevo que me hizo muy mal. Era necesario para descartar algunas cosas, pero dejé de tomarlo, y creo que ya estoy tomando los medicamentos correctos. Espero que entiendan mi situación.

El día de hoy el Evangelio es un tanto duro, y más dura creo que será mi reflexión. Por esto mismo, me es necesario recurrir a la primera lectura y al salmo, pues complementan el Evangelio de hoy (y también me ayudan a hacer una mejor reflexión). Así que por hoy pondré también a su disposición estas dos lecturas.

Los quiero en Cristo, no me olvido de ustedes...

Mili de Jesús


Lecturas del día de hoy, extraídas de la Biblia de Jerusalén.

Lectura de la carta de Santiago (Sant 5, 9-12)
9 No os quejéis, hermanos, unos de otros para no ser juzgados; mirad que el Juez está ya a las puertas. 10 Tomad, hermanos, como modelo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor. 11 Mirad cómo proclamamos felices a los que sufrieron con paciencia. Habéis oído la paciencia de Job en el sufrimiento y sabéis el final que el Señor le dio; porque "el Señor es compasivo y misericordioso". 12 Ante todo, hermanos, no juréis ni por el cielo ni por la tierra, ni por ningún otra cosa. Que vuestro sí sea sí, y el no, no; para no incurrir en juicio.


Salmo (Sal 102, 1-4, 8-12)

R: El Señor es bondadoso y compasivo.

1 Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi ser, su santo nombre, 2 bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus muchos beneficios. R.

3 El, que todas tus culpas perdona, que cura todas tus dolencias, 4 rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y de ternura. R.

8 Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la cólera y lleno de amor; 9 no se querella eternamente ni para siempre guarda su rencor; 10 no nos trata según nuestros pecados ni nos paga conforme a nuestras culpas. R.

11 Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es su amor para quienes le temen; 12 tan lejos como está el oriente del ocaso aleja él de nosotros nuestras rebeldías. R.


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (Mc 10, 1-12)

1 Y levantándose de allí va a la región de Judea, y al otro lado del Jordán, y de nuevo vino la gente donde él y, como acostumbraba, les enseñaba. 2 Se acercaron unos fariseos que, para ponerle a prueba, preguntaban: «¿Puede el marido repudiar a la mujer?» 3 El les respondió: ¿Qué os prescribió Moisés?» 4 Ellos le dijeron: «Moisés permitió escribir el acta de divorcio y repudiarla.» 5 Jesús les dijo: «Teniendo en cuenta la dureza de vuestro corazón escribió para vosotros este precepto. 6 Pero desde el comienzo de la creación, "El los hizo varón y hembra". 7 "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre", 8 "y los dos se harán una sola carne". De manera que ya no son dos, sino una sola carne. 9 Pues bien, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.» 10 Y ya en casa, los discípulos le volvían a preguntar sobre esto. 11 El les dijo: «Quien repudie a su mujer y se case con otra, comete adulterio contra aquélla; 12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio.»


Reflexión:

Este Evangelio nos habla sobre el matrimonio. El matrimonio es un sacramento muy especial, pues es el único sacramento que en verdad realizan los novios, y no el sacerdote. Esto no significa que se pueda realizar sin la presencia de un sacerdote, pero sí significa que hay que tener mucho cuidado al recibir este sacramento, no hay que tomarlo a la ligera. Frente al altar, los novios se aceptan como esposos, y se prometen estar el uno con el otro hasta la muerte, pase lo que pase. Esta promesa se hace ante Dios, y Él la toma muy en serio. Y aquí recurro a la primera lectura: que su sí siempre sea sí, y que su no siempre sea no, siempre decir la verdad, no tener que recurrir a jurar, pues jurar ya significa que en alguna oportunidad tu sí o tu no fueron falsos, y no debemos mentir. No solo para mantener una imagen, sino que cuando mentimos en lo pequeño, nos vamos acostumbrando a mentir cada vez más, y luego salir de ese hábito se hace muy difícil. De ahí la importancia de evitar pecar (cualquier pecado, sea grande o pequeño) pues un pecado por muy pequeño que sea, se puede convertir en una costumbre, en un hábito, y luego es muy difícil dejarlo. Es por eso que debemos comprometernos a convertirnos desde ahora, no desde mañana o pasado.

Romper la promesa hecha al novio o a la novia, y a Dios, en el matrimonio, es algo delicado. Por eso hay que estar muy seguros de que es esto lo que se quiere, y de hecho se le pregunta a los novios si están allí por voluntad propia. Si esto no fuera así, el matrimonio podría ser declarado nulo. Sí, nulo. Para la Iglesia Católica no existe el divorcio, pero sí la nulidad. Esta palabra significa que en verdad el matrimonio no existió. Para realizar esto, hay que consultar a un abogado experto en derecho canónico, y seguir un procedimiento que la verdad desconozco, pero el primer paso es consultar al abogado. Otra de las causas de que un matrimonio sea declarado nulo, es por ejemplo, que el novio le oculte algo muy relevante de sí mismo a la novia, por ejemplo, que tiene una enfermedad mental, o que es alcohólico. Y otra causa es también que uno de los novios no crea realmente que quiera estar con el otro para toda la vida, o que crea que ésto es imposible. El matrimonio católico es para toda la vida, si usted considera que no se puede, es mejor no se case por la Iglesia, o que trabaje y le pida a Dios que cambie su opinión. Dar el sí en el matrimonio es algo muy serio, 

Es complicado decir "sí, yo estaré con ese hombre para toda la vida, hasta que la muerte nos separe" (en mi caso sería un hombre, pues soy mujer). Sin embargo, el sacramento del matrimonio es motivo de esperanza para los novios: Dios, a través del sacramento, les da la Gracia para amar a su esposo o esposa, de la misma manera que Jesús amó a la Iglesia. Y Jesús amó a la Iglesia hasta el extremo, hasta la muerte, y muerte de cruz. Nuevamente vienen los peros: para recibir la Gracia de Dios, hay que estar en estado de Gracia, esto quiere decir que debemos confesarnos previamente. Y además, la Gracia que Dios da a los matrimonios, no se las da solamente en el momento de la ceremonia religiosa, sino que se las da continuamente. Así, si un matrimonio de verdad quiere permanecer unido, debe recurrir a: el sacramento de la reconciliación seguido, la Eucaristía, la oración (ojalá oren juntos), y cuidar muchísimo su amor. No sirve si solo uno de ellos realiza estas cosas, pues si una (o uno) cae en pecado y es infiel al otro (o a la otra) ¿de qué sirve que solo uno haga de todo para que el matrimonio persevere? 

El sacramento del matrimonio hoy en día es algo heroico, considerando que hay un egoísmo imperante, un individualismo que nos dice "¿para qué te vas a casar si vas a tener que compartir tus cosas? ¿No será mejor dejarlas solo para ti? ¿para qué vas a tener hijos si cuestan tan caro?". Y claramente hay muchas más excusas que nos puede dar este anti-valor. El matrimonio requiere de la humildad, la generosidad, el respeto, la paciencia... y quizás muchos más, pero voy a recalcar estos valores. La humildad para pedir perdón, y también para perdonar al otro cuando se equivoca, pues ninguno de los dos puede pedirle al otro que sea perfecto, menos aún siendo que ninguno de los dos es perfecto. La generosidad, pues van a vivir en un lugar común, van a compartir comida, espacios, hijos, amor... y hay que ser generosos en ese aspecto, especialmente las relaciones sexuales son un acto de generosidad del uno para la otra (o de la una para el otro) pues se comparte algo muy íntimo, que además debe estar siempre basado en el amor. Respeto, pues muchas veces puede suceder que ella o él no quieran tener relaciones, o quieran tener un espacio en soledad, o con los amigos, y eso también requiere respeto. Y paciencia, pues puede ser que mi marido haga algo que a mí no me gusta (como ensuciar el wc con orina, o dejar la toalla con la que se ducha tirada sobre la cama) y aunque yo le pida que no haga esas cosas, puede ser que ese hábito no se desarrolle de una vez para siempre, o puede ser que se equivoque en otra cosa más grave, y yo tenga que tener paciencia para que deje eso. ¿Comprenden lo heroico del matrimonio?

Ahora ¿qué pasa cuando el matrimonio se separa, y no hay vuelta atrás? Yo considero que todo es posible para Dios, y que un matrimonio siempre puede volver, pero si el matrimonio no puede ser anulado, y se piensa que ya es imposible que éste regrese (como mis padres, que llevan separados como 28 años, y ambos están muy lejos de la Gracia de Dios como para que Él haga algo por ellos) es necesario que esa mujer, o ese hombre, permanezcan solos. ¿Porqué tanto? Se habla mucho del "derecho a rehacer su vida", pero no se habla del deber de permanecer fiel a la promesa que se hizo ante Dios. Por lo tanto, si una persona se divorcia, y quiere permanecer fiel a Dios, debe permanecer solo (o sola). Si una persona se casa, luego se divorcia, y luego se vuelve a casar, falta a esa promesa, y esto quiere decir que está cometiendo un pecado grave, y que estará en pecado hasta que vuelva a estar solo (o sola). Esto de estar en pecado, es algo muy complicado, pues no puede recibir la Eucaristía (pues al estar en pecado, tiene el corazón sucio, y al recibir a Jesús estaría mezclando a Jesús con ese pecado, y eso se llama sacrilegio) y aunque se confiese, si sigue estando con esa otra persona que no es su esposo o esposa, seguirá estando en pecado: es decir, el sacramento de la reconciliación no va a hacer "efecto" en verdad. Y si no puede confesarse, y permanece en pecado... su alma está en grave peligro, no solo porque debe cargar con ese pecado, sino que además porque puede perder la esperanza, y no decidirse a convertirse nunca, y eso lo llevará directo al infierno. ¿Ven lo grave que es?

¿Qué pasa si yo no me he casado nunca, y me caso con un hombre (o una mujer) que se divorció? Pues estás en pecado igual, pues eres ocasión de pecado para ese hombre (o mujer) y eso es pecado. Es más, Jesús nos dice que si miramos a la mujer (o al marido) de otra persona con pensamientos "de deseo", que pueden incluso ser muy románticos, sin pensar en tener relaciones, igual se está cometiendo adulterio con esa persona. O sea, casarse o ser novio(a) (o pololos como se dice en Chile, mi país) de una persona que está divorciada, es pecado, es adulterio igual, y es tan serio como en el caso anterior. Por eso, si tú conoces a alguien que está divorciado(a), y te gusta, o le gustas... mejor ¡corre! No le seas ocasión de pecado, ni cometas tú un pecado. Una mujer o un hombre que realmente ama a Dios sobre todas las cosas, hará esto por amor a Dios.

"Lo que ha unido Dios, no lo separe el hombre" dice Jesús en este Evangelio. Cuando dice "repudiar", quiere decir divorciar. Así está traducido en otras Biblias, y así también se le llama en el Islam cuando un hombre se divorcia de su mujer (cosa que no puede suceder al revés por sus leyes). Pero... ¿puede Dios unir a dos hombres, o a dos mujeres? La respuesta es muy simple: Jesús dice claramente "Dios los hizo varón y hembra", en otras Biblias leemos "Él los hizo hombre y mujer". Si Dios nos hizo hombre y mujer, si Dios le dio a Adán a Eva por compañía, y no a otro hombre... ¿no será por algo? Si alguien que no cree en Dios les hace la misma pregunta, le pueden decir: ¿crees en la naturaleza? ¿crees que es sabia? Pues la naturaleza, o el universo, o lo que quieras, nos hizo hombre y mujer, y solo le dio la capacidad de tener hijos a un hombre con una mujer. ¿No será eso por algo? Dios es infinitamente mucho más sabio que nosotros, e incluso una comparación con los animales me parece burda: nosotros tenemos voluntad e inteligencia, podemos decidir si estamos con alguien del mismo sexo o no, los animales solo pueden seguir su instinto, y eso nos hace superiores a los animales. El simple hecho de que solo un hombre con una mujer puedan tener hijos, y el matrimonio se hizo como institución para eso, para tener hijos... significa claramente que los homosexuales no deberían poder ser padres. En otra ocasión (y quizás hasta en otro espacio que crearé próximamente) les explicaré más sobre los estudios científicos que avalan esto, pues los niños necesitan un padre y una madre para crecer y desarrollarse plenamente. El matrimonio debe ser entre un hombre y una mujer, y quien les quiera convencer de otra cosa, pueden ustedes muy bien pensar que esa idea proviene del maligno (así llamo yo al demonio) y rechazarla de plano. Es el maligno el que quiere destruir el matrimonio, pues sabe que en una familia los seres humanos somos más sanos y más felices. Y es claro que el maligno quiere destruirnos, especialmente destruir no solo nuestra salud física y mental, sino que destruir nuestras almas. 

Les dejo como "tarea" rezar por los matrimonios, por los que están unidos y necesitan de Dios para continuar juntos (que en realidad son todos), por los que se encuentran en problemas, y por los que se encuentran separados o divorciados, para que Dios les de la Gracia para volver a Él, o para que permanezcan con Él, y les dé su Paz. 

Descansen... la reflexión de hoy ha sido dura, pero no olvidemos nunca que Dios es todo Misericordia, y que siempre nos espera de regreso, hasta el último suspiro de nuestras vidas. Y aquí recurro al Salmo del día de hoy, vuelvan a leerlo, y recuperen la Paz que Dios nos da. 

Los quiero, no me olvido de ustedes...

jueves, 20 de febrero de 2014

Homilía del Papa Francisco de hoy - 20 de febrero


Queridos hermanos en la fe:

Hoy me he sentido mejor, en realidad me estoy sintiendo mejor desde ayer en la tarde - noche. Como estuve un tanto enferma desde el viernes pasado, al parecer me bajaron las defensas, y me resfrié. El lunes mi nariz era una llave semi-abierta, caían y caían verdaderas gotas. Ayer sentía un malestar generalizado, y no pude hacer prácticamente nada durante ese tiempo. Recién como a las 8 de la noche, después de haber comprado y tomado un medicamento, me he comenzado a sentir mejor. Solo me queda cuidarme... ahora estoy tratando de ponerme al día con mil cosas en casa, sobretodo con la "remodelación" de mi cuarto, que en verdad es revisar mis cosas, botar las viejas, revisar montones de papeles que tengo guardados, botar lo que no me sirva... en fin, una tarea que es bien aburrida, pero que es necesaria, especialmente cuando una necesita nuevos espacios para nuevos desafíos... el 10 marzo comienzan mis clases, y estoy muy contenta por eso, pero necesito espacio y orden para poner mis cuadernos, mis libros, etc. 

Hoy les dejaré la homilía que realizó hoy el Papa Francisco en la Santa Misa, en la casa Santa Marta. 

¡En la página original hay un video del Papa Francisco dando la homilía! (Pondré el link al final)

Papa Francisco: Sigan a Jesús siempre, encuéntrense todos los días con Él


VATICANO, 20 Feb. 14 / 03:28 pm (ACI).- En su homilía de la Misa que presidió hoy en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco reflexionó sobre la importancia de responderse a la pregunta sobre “¿Quién es Jesús para mí?” y señaló que al Señor se le conoce siguiéndolo, y para eso es importante el encuentro cotidiano con Él.

Para explicar esta vida de discípulo que propone a cada fiel, según señala Radio Vaticano, el Papa puso como modelo a Pedro, que el Evangelio del día retrata contemporáneamente en los paños de “valiente” testimonio – aquel que a la pregunta de Jesús a los Apóstoles: “¿Quién dice la gente que soy yo?”, afirma: “Tú eres el Cristo” – y de inmediato en los paños del adversario, cuando considera que tiene que reprender a Jesús que acaba de anunciar que tiene que sufrir y morir, para después resucitar.

“Tantas veces”, observó el Santo Padre, “Jesús se dirige a nosotros y nos pregunta: ‘¿Quién soy yo para ti?’”, obteniendo “la misma respuesta de Pedro, aquella que hemos aprendido en el catecismo”, pero no es suficiente.

El Papa dijo luego que “parece que para responder a esa pregunta que todos nosotros sentimos en el corazón –‘¿Quién es Jesús para nosotros?’– no es suficiente aquello que hemos aprendido, estudiado en el catecismo, que es importante estudiarlo y conocerlo, pero no es suficiente. Para conocer a Jesús es necesario recorrer el camino que ha recorrido Pedro”.

“Después de esa humillación, Pedro fue adelante con Jesús, vio los milagros que Jesús hacía, vio su poder, luego pagó los impuestos, como le había dicho Jesús, ha pescado un pez, ha sacado la moneda, vio tantos milagros así. Pero, a un cierto punto, Pedro negó a Jesús, traicionó a Jesús, y aprendió aquella ciencia tan difícil – más que ciencia, sabiduría – de las lágrimas, del llanto”.

Pedro, prosiguió el Papa Francisco, pidió perdón a Jesús y no obstante ello, luego de la Resurrección, es interrogado por Él en la playa de Tiberíades, y probablemente –manifestó el Papa– en el reafirmar el amor total por su Maestro llora y se avergüenza recordando las tres veces que lo negó:

“Esta primera pregunta a Pedro ‘¿Quién es Jesús para ti?’ se entiende solo a lo largo de un camino, después de un largo camino de gracia y de pecado, un camino de discípulo. Jesús no dijo a Pedro y a sus Apóstoles '¡Conóceme!' dijo ‘¡Sígueme!’. Y este seguir a Jesús nos hace conocer a Jesús. Seguir a Jesús con nuestras virtudes, también con nuestros pecados, seguir siempre a Jesús. No es un estudio de cosas lo que es necesario, sino una vida de discípulo”.

Es necesario, insistió el Santo Padre, “un encuentro cotidiano con el Señor, todos los días, con nuestras victorias y nuestras debilidades”. Pero, agregó, es también “un camino que nosotros no podemos realizar solos”. Es necesaria la intervención del Espíritu Santo.

“Conocer a Jesús es un don del Padre, es Él que nos hace conocer a Jesús; es una obra del Espíritu Santo, que es un gran trabajador. No es un sindicalista, es un gran trabajador y trabaja en nosotros, siempre. Hace este trabajo de explicar el misterio de Jesús de darnos este sentido de Cristo”.

“Miremos a Jesús, a Pedro, a los apóstoles y sintamos en nuestro corazón esta pregunta: ‘¿Para ti quien soy yo?’. Y como discípulos pidamos al Padre que nos dé el conocimiento de Cristo en el Espíritu Santo, nos explique este misterio”.


link a la publicación original en: ACI PRENSA

miércoles, 19 de febrero de 2014

Algo que me identificó mucho...


Les dejo algo que me identificó mucho... ¡Rezo por ustedes!


Mi mérito proviene de Su misericordia; pues no carezco de mérito mientras que Él no carezca de compasión. Y si las misericordias del Señor son muchas, entonces yo soy rico en méritos. Ya que aunque esté consciente de mis muchos pecados, ¿qué es lo que importa? donde abundó el pecado se ha desbordado la gracia. - San Bernardo de Claraval (1090-1153), Doctor de la Iglesia 

Homilía del Papa Francisco del 18 de febrero

Queridos hermanos en la fe:

Nuevamente no pude escribir hoy la reflexión del Evangelio del día de hoy. Sigo enferma, y además se suma que me quedan pocos días para re-organizar mi dormitorio antes de entrar a clases en marzo, lo cual es muy importante en estos minutos. ¡Y no he podido hacer nada! No saben lo importante que es para mí escribirles a diario. Lo que siempre he querido es que Dios llegue a sus corazones, y que aprendan también a amarlo cada día más. Que su fe crezca y madure... 

Por eso hoy nuevamente he decidido publicar algo que dijo el Papa Francisco, esta vez en la homilía que realiza en la Santa Misa de la Casa Santa Marta. Esta es la homilía del día de ayer, pero me llamó mucho la atención, y sé que será de gran provecho para sus almas. 

Sigo rezando por ustedes, y entrego todos mis dolores, físicos y emocionales, por la salvación de las almas de todo el mundo, las suyas, y la mía también. ¡Ustedes también pueden hacer esto! Basta con decirle a Jesús que se lo entregan, y vivir con fe y alegría sus dolores.

Los quiero, los llevo en mi corazón.


Mili de Jesús

PD: al final está el link a la página original donde fue publicada esta homilía, incluye un audio y un video, por si lo quieren ver.


Cuando estamos tentados, sólo la Palabra de Dios nos salva, el Papa el martes en Santa Marta.


(RV).- (Con audio y video) Resistir a la seducción de las tentaciones es posible solamente “cuando se escucha la Palabra de Jesús”. Lo afirmó el Papa Francisco en la homilía de la Misa presidida esta mañana en la Casa de Santa Marta. No obstante nuestras debilidades, repitió el Papa, Cristo nos da siempre “confianza” y nos abre un horizonte más amplio de nuestros límites.

La tentación se manifiesta como una atracción inocua y termina por transformarse en una jaula, de la que a menudo más que buscar evitarla se intenta minimizar su esclavitud, sordos a la Palabra de Dios. En su homilía, el Papa reafirmó una verdad y una secuencia descritas por Santiago en un pasaje de su Epístola, propuesta por la liturgia. La verdad es que jamás es Dios quien tienta al hombre, sino sus pasiones. La secuencia es aquella producida por las mismas pasiones las cuales, dice el Apóstol, “conciben y generan el pecado. Y el pecado, una vez cometido, produce la muerte”:

“La tentación, ¿de dónde viene? ¿Cómo actúa dentro de nosotros? El apóstol nos dice que no viene de Dios, sino de nuestras pasiones, de nuestras debilidades interiores, de las heridas que ha dejado en nosotros el pecado original: las tentaciones vienen de allí, de estas pasiones. Es curioso, la tentación tiene tres características: crece, contagia y se justifica. Crece: comienza como si nada, y crece… El mismo Jesús decía esto, cuando habló de la parábola del grano y de la cizaña: el grano crecía, pero también la cizaña sembrada por el enemigo. Y la tentación crece: crece, crece… Y si uno no la detiene, ocupa todo”.

Además, continuó el Pontífice, la tentación “busca otro para hacerse compañía, contagia” y “en este crecer y contagiar, la tentación nos encierra en un ambiente de donde no se puede salir con facilidad”. Es la experiencia de los Apóstoles narrada en el Evangelio del día, que ve a los Doce culparse unos a otros bajo los ojos del Maestro por no haber traído pan a bordo de la barca. Jesús, observó el Santo Padre, quizás sonriendo por aquel altercado, los invita a estar “atentos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes.” Pero los Apóstoles que por un poco insisten, sin escucharlo, “tan cerrados en el problema de quién tuviese la culpa por no haber traído pan - comentó Francisco - no tenían lugar, no tenían tiempo, no tenían luz para la Palabra de Dios”:

“Y así, cuando estamos tentados, no escuchamos la Palabra de Dios: no escuchamos. No entendemos. Y Jesús ha debido recordar la multiplicación de los panes para hacerlos salir de aquel ambiente, porque la tentación nos encierra, nos quita toda capacidad de previsión, nos cierra todo horizonte, y así nos lleva al pecado. Cuando estamos tentados, solo la Palabra de Dios, la Palabra de Jesús nos salva. Escuchar aquella Palabra que nos abre el horizonte… Él siempre está dispuesto a enseñarnos cómo salir de la tentación. Y Jesús es grande porque no solo nos hace salir de la tentación, sino que nos da más confianza”.

Esta confianza, afirmó el Obispo de Roma, es “una fuerza grande, cuando somos tentados: el Señor nos espera”, “se fía de nosotros tentados, pecadores”, “abre siempre horizontes”. Por el contario, repitió Francisco, el diablo con “la tentación, encierra, cierra, cierra” y hace “crecer” un ambiente parecido a la barca de los Apóstoles. No dejarse “encarcelar” por este tipo de ambiente, concluyó, es posible sólo “cuando se escucha la Palabra de Jesús”:

“Pidamos al Señor que siempre, como hizo con los discípulos, con su paciencia, cuando somos tentados nos diga: ‘Detente, estate tranquilo. Acuérdate que hice contigo en aquel momento, en aquel tiempo: acuérdate. Alza los ojos, mira el horizonte, no cerrar, no te cierres, va adelante’. Y esta Palabra nos salvará de caer en el pecado en el momento de la tentación”. (RC-RV)

link a la fuente original: Radio Vaticana

lunes, 17 de febrero de 2014

Discúlpenme por la desaparición

¡Hola a todos!! 

La verdad es que no he estado muy bien de salud, y por eso no he podido escribirles en varios días. Les dejo como recompensa el mensaje del Papa Francisco previo al Ángelus del día domingo.

Un abrazo, y ofrezco cada dolor fisico y emocional por mi salvación y la de todas las almas... ¡las de ustedes también!

Mili de Jesús.


VATICANO, 16 Feb. 14 / 10:30 am (ACI/EWTN Noticias).- Al presidir el rezo del Ángelus hoy en la Plaza San Pedro, el Papa Francisco aseguró que Jesús le propone a sus discípulos “la perfección del amor”, lo que consiste en poner en práctica un amor cuya única medida es no tener medida.

El Santo Padre indicó que “Jesús propone a los que siguen la perfección del amor: un amor cuya única medida es no tener medida, ir más allá de todo cálculo”.

“El amor al prójimo es una actitud tan fundamental que Jesús llega a afirmar que nuestra relación con Dios no puede ser sincera si no queremos hacer la paz con el prójimo. Y dice así: ‘Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, y ve antes a reconciliarte con tu hermano’”.

Por eso, dijo el Papa, “estamos llamados a reconciliarnos con nuestros hermanos antes de mostrar nuestra devoción al Señor en la oración”.

Reflexionando sobre el Evangelio de hoy, que recoge parte del “Sermón de la Montaña”, el Santo Padre señaló que Jesús, respecto a la Ley judía, predica que “no piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento”.

“Así que Jesús no quiere cancelar los mandamientos que el Señor dio por medio de Moisés, sino que quiere llevarlos a su plenitud. E inmediatamente después añade que este ‘cumplimiento’ de la Ley requiere una justicia superior, una observancia más auténtica”.

Jesús le dijo a sus discípulos, recordó el Papa, que “les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos”.

“¿Pero qué significa este ‘pleno cumplimiento’ de la ley? ¿Y en qué consiste esta justicia superior?”, cuestionó Francisco.

“El mismo Jesús nos responde con algunos ejemplos. Porque Jesús era un hombre práctico, hablaba siempre con ejemplos para hacerse entender. Comienza desde el quinto mandamiento del Decálogo: ‘Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás; pero yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal’”.

Con esto, dijo el Papa, “Jesús nos recuerda que ¡también las palabras pueden matar, ¿eh? Cuando se dice que una persona tiene la lengua de serpiente, ¿qué quiere decir? Que sus palabras matan”.

“Por lo tanto, no solo no se debe atentar contra la vida de los demás, sino tampoco derramar sobre él el veneno de la ira y golpearlo con la calumnia. Ni hablar mal de él porque llegamos a las habladurías: los chismes también pueden matar, ¡porque matan la reputación de las personas!”.

Francisco subrayó que “¡es muy feo chismorrear! Al principio puede incluso parecer incluso una cosa agradable, incluso divertida, como si fuera un caramelo. Pero al final, nos llena el corazón de amargura, nos envenena también a nosotros”.

“Pero les digo la verdad, ¿eh? Estoy convencido de que si cada uno de nosotros hiciera el propósito de evitar los chismes, ¡con el tiempo se convertiría en un santo! Éste es un hermoso camino. ¿Queremos llegar a ser santos, sí o no?, ¿Queremos vivir parloteando como de costumbre, sí o no? Entonces estamos de acuerdo: ¡basta con los chismes!”.

El Santo Padre subrayó que “Jesús no da importancia sólo a la observancia disciplinar y a la conducta externa. Él va a la raíz de la Ley, centrándose especialmente en la intención y por tanto en el corazón humano, donde se originan nuestras acciones buenas o malas”.

“Para obtener un comportamiento bueno y honesto no son suficientes las normas jurídicas, sino que son necesarias motivaciones profundas, expresión de una sabiduría oculta, la Sabiduría de Dios, que se pueden recibir gracias al Espíritu Santo. Y nosotros, a través de la fe en Cristo, podemos abrirnos a la acción del Espíritu, que nos permite vivir el amor divino”.

“A la luz de esta enseñanza, todos los mandamientos revelan su pleno significado como una exigencia de amor, y todos se reúnen en el gran mandamiento: amar a Dios con todo tu corazón y al prójimo como a ti mismo”, concluyó.

enlace a la fuente original: ACI PRENSA

viernes, 14 de febrero de 2014

Reflexión del Evangelio del día - viernes 14 de febrero


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (Mc 7, 31 - 37) Extraído de la Biblia de Jerusalén.

Gloria a Ti Señor Jesús.

31 Se marchó de la región de Tiro y vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis. 32 Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él. 33 El, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua. 34 Y, levantando los ojos al cielo, dio un gemido, y le dijo: «Effatá», que quiere decir: «¡Abrete!» 35 Se abrieron sus oídos y, al instante, se soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente. 36 Jesús les mandó que a nadie se lo contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban. 37 Y se maravillaban sobremanera y decían «Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»

Palabra del Señor.
Gloria y Honor a Ti Señor Jesús.


Reflexión:

Ayer salí de mi casa, tenía que ir a comprar algo y cambiar un regalo de Navidad (sí, muy tarde, fui yo la que se retrasó). El punto es que tenía que ir a un mall (no sé si esta palabra se usará en otras partes del mundo, pero es un centro comercial). Me llama la atención la forma en que nos quieren "vender el mundo", vender una forma de mirar el mundo, como si todo (hasta la felicidad) pudiera ser vendido y comprado.

Bueno, el punto es que medio enojada conmigo misma y con lo que veía a mi alrededor, me decidí a ir al cine que está dentro del mall. Y... bueno, pude ver la Mano Amorosa de Dios en lo que sucedió dentro del cine. Vi la película "La vida secreta de Walter Mitty", aunque que acá en Chile se llama "La increíble vida de Walter Mitty". ¿Porqué? No sé... ¡Recomiendo mucho la película! Tiene una bonita fotografía, los colores 

son interesantes de observar, de notar. Además, tiene algo muy interesante... y es que "mágicamente", cuando Walter Mitty sigue su amor y se arriesga, es cuando todo le sale bien. Claro, tiene una especie de contrato de publicidad con la revista "Life" de Estados Unidos (vida traducido al español), pero yo pude ver, en vez de a "el destino" como le llaman, o a "la vida", la Mano de Dios arreglando todo, poniendo todo en su lugar. Y es que la Vida, la Vida de verdad, la Vida con mayúsculas, es Dios. La magia nunca es buena (no hablo del ilusionismo, sino que de la magia de las brujas) no existe la magia "blanca" (tengo una vasta experiencia personal de eso, pronto lo verán en mi testimonio). Eso que llamamos "magia", que ocurre algo maravilloso, algo puro, algo bueno, es la Mano de Dios, mimándonos, protegiéndonos. Incluso en mi vida, hay situaciones en que puedo ver que la Mano de Dios permite cosas, permite enfermedades, sufrimientos, pero cuando lo he visto con perspectiva, me he dado cuenta de que la Misericordia de Dios fue muy grande, incluso en esas cosas "malas".

¿Qué tiene que ver todo esto con la lectura de hoy? ¡Mucho que ver! Y es que a veces no somos capaces de ver, ni de oir, ni de sentir, y menos de hablar de Dios: por causa nuestra, nos negamos a ver a Dios en nuestra vida. A veces no podemos creer que Dios está Presente en el mundo de hoy. Sé que vemos muchas cosas malas, feas. Pero si ustedes se ponen en las Manos Amorosas de Dios, y siguen su Camino (a Jesús, que está siempre Presente en la Iglesia Católica) no tienen nada que temer. Pueden arriesgarse por Amor, dar ese Salto Mortal que Dios nos pide (y que Walter Mitty dio físicamente en la película, de ser un hombre normal, común y corriente, pasó a lanzarse de un helicóptero a un barco en el mar de Groenlandia) que es un Salto de Fe, de Confianza en Él, y dado ese salto... ¡Dios se nos Revela! De una manera más "visible", quizás no medible ni calculable por la ciencia, porque Él no quiere ser estudiado como si fuera una cosa, pero hay cosas que están fuera de lógica, como una tranquilidad y alegría que nadie puede derribar, porque están ancladas firmemente en Jesús; o esa capacidad de sufrir, a un nivel que nadie comprende (incluso lo llaman masoquismo) pero hacerlo con alegría. ¿Fuera de lógica? Por supuesto. Esos son Milagros de Dios, solo un par de ejemplos de ello, y estos nos señalan "por aquí estuvo la Mano de Dios". No la de Maradona, no, la de Dios, la de Verdad (jaja).

Quiero invitarlos a ir a la Santa Misa, a recurrir al Sacramento de la Reconciliación, y a rezar, a rezar mucho, para que Dios nos conceda la Gracia de notar que Él está Presente en nuestro mundo, y en nuestras vidas.


Oración:

Amado Padre Dios: Nos ponemos totalmente en Tus Manos, tómanos Señor, pues somos tuyos, siempre lo hemos sido, y queremos serlo también ahora y en el futuro. Concédenos la Gracia para verte pasar por nuestras vidas, para ser conscientes de que estás Presente en este mundo y en nuestras vidas. Que seamos capaces de escuchar Tu Palabra, que puede estar en la Biblia, en la Iglesia Católica, en su Magisterio o la Tradición, en la palabra de un amigo, o en una película, haz que podamos notar Tu Mano allí donde la haz puesto, que seamos capaces de entender lo que nos quieres decir, y que quede plasmada en nuestro corazón y vida. Concédenos Padre hablar de Ti, dar testimonio de Ti en nuestras vidas, en nuestras palabras y acciones, que los demás puedan notar también que Tu Mano pasa por nosotros. Haznos cariño, Padre Dios, mímanos, consuélanos cuando estemos tristes, haz que siempre estemos alegres, y que esa alegría venga de Ti, para que nadie ni nada pueda quitárnosla. Tócanos Padre Dios, tócanos Espíritu Santo, tócanos Jesús, como lo hiciste con aquel sordo mudo, y haz que seamos capaces de todas estas cosas, para Tu Mayor Gloria.

Amén.


Más tarde quizás haga un "especial" de San Valentin, espero poder hacerlo... los quiero mucho, rezo por ustedes. 

jueves, 13 de febrero de 2014

Reflexión (y oración) del Evangelio del día - jueves 13 de febrero

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos (Mc 7, 24 - 30) Extraído de la Biblia de Jerusalén. 

24 Y partiendo de allí, se fue a la región de Tiro, y entrando en una casa quería que nadie lo supiese, pero no logró pasar inadvertido, 25 sino que, en seguida, habiendo oído hablar de él una mujer, cuya hija estaba poseída de un espíritu inmundo, vino y se postró a sus pies. 26 Esta mujer era pagana, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. 27 El le decía: «Espera que primero se sacien los hijos, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos.» 28 Pero ella le respondió: «Sí, Señor; que también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños.» 29 El, entonces, le dijo: «Por lo que has dicho, vete; el demonio ha salido de tu hija.» 30 Volvió a su casa y encontró que la niña estaba echada en la cama y que el demonio se había ido.

Palabra del Señor.
Gloria y Honor a Ti Señor Jesús.


Reflexión:

Esta mujer pagana, logró algo muy hermoso: conmovió a Jesús. Si bien, lo que le dice Jesús se ve degradante a primera vista, tiene que ver con algo muy particular: Israel es el pueblo que Dios escogió para sí, y los paganos pertenecen (como esta mujer) a otros lugares del mundo. La fe de esta mujer, la confianza que puso al decir ésto a Jesús, nos revela a un Jesús acogedor. En aquella época, las mujeres eran llamadas "mentirosas, serpientes", los hombres no confiaban mucho en ellas. Pero Jesús daba esa confianza a las mujeres, y ella se atrevió a decirle esa hermosa frase a Jesús: "también los perritos comen bajo la mesa migajas de los niños". 

Quiero destacar algo, el punto central que hizo esta mujer, que conmovió a Jesús: y es que Dios Uno y Trino, se ve muy interpelado por los pequeños, los más humildes, los más débiles. Y es que tiene razón: a su lado somos pequeñísimos, un grano de arena en la playa. Él nos mira, está con nosotros siempre, pero lo hace por su Infinito Amor y Misericordia. Ni un pelo cae de nuestra cabeza sin que Él no lo sepa. Pero... ¿cómo se debe sentir Él ante aquellos que son soberbios? Hay muchos que creen que todo lo pueden solos, cuando no es así... incluso los Dones que tenemos (nuestra inteligencia, nuestro cuerpo, nuestras habilidades) todo nos los dio Dios, y así como nos lo ha dado, nos lo puede quitar. ¿Cuántas personas de un día para otro tienen un accidente, o una enfermedad, y pierden la movilidad de parte, o de todo su cuerpo? ¿Cuántas personas, por alguna enfermedad o accidente, pierden su habilidad de pensar? La depresión (enfermedad de la que padezco, y que gracias a Dios estoy en un tratamiento que ha sido muy efectivo) es muy inhabilitante, pierdes la capacidad de pensar razonablemente, estás muy cansado para hacer las cosas más básicas... un tío mío, a quien en mi familia llamamos Julito, cuando tenía 1 año y medio de edad se tragó una moneda, y se asfixió. Esos momentos en que su cerebro estuvo sin oxígeno, provocaron que no pudiera desarrollarse como un niño normal. Creció su cuerpo, pero su mente no alcanzó el desarrollo más que de un niño de 2 años, más o menos. Él ya falleció, Dios lo tiene en Su Gloria, él es el angelito de mi familia. 

A qué voy... en verdad, dependemos del todo de Dios, y reconocer ésto, y humillarnos ante Dios, sentirnos pequeños, es la actitud que deberíamos tener. Pero no se asusten ante la Inmensidad de Dios, porque Él es Tierno, está lleno de Amor Verdadero, y nos considera sus hijitos. Ante tal maravilla ¿porqué no dar gracias a Dios? Debemos darle gracias por estar a nuestro lado incluso cuando pecamos, su Amor es incondicional... Cuando reconocemos nuestra pequeñez ante Dios, Él se derrite como el chocolate en el calor... y con esa pequeñez, esa humildad, con esa actitud de ser pequeños niños ante Dios, es que debemos orar y dirigirnos a Él. Sí, debemos ser niños ante Dios Pequeños, humildes, sencillos. Pidámosle esa Gracia... 

Oración:

Amado Padre Dios: Tú eres Bello, eres Hermoso, porque posas tus ojos sobre éstos, tus pequeños hijos. Ni un pelo de nuestra cabeza cae sin que Tú te des cuenta. Perdónanos por fallarte, por aquellos pecados que hirieron Tu Corazón Bondadoso, a nuestros hermanos, y a nosotros mismos. Ten Misericordia de nosotros, Dios Bello, Tú que eres la Misericordia misma.
Te pedimos por todas aquellas intenciones que llevamos en nuestro corazón, más, que no se haga nuestra voluntad, que es pequeña, débil y suele estar equivocada, haz Tu Voluntad, Tú que eres la Sabiduría misma, sabes qué hacer en la situación en que nos encontramos. Llena todos aquellos rincones de nuestro ser que se encuentran vacíos, llénalos con Tu Amor, porque solo Tú puedes llenarlo, y hacernos sentir completos.
Te pedimos la Gracia de siempre sentirnos pequeños, débiles y humildes ante Ti, que eres el Dios Todopoderoso, y amados, infinitamente amados por Ti, Dios Omnipotente y Omnipresente.
Gracias Dios Maravilloso, porque nos hiciste pequeños y débiles, y de esta forma atraemos Tu Amor, ese Amor que lo ha dado todo por nosotros, hasta la vida misma en la Cruz. 

Te amamos Señor, pero haz que te amemos más, que confiemos más en Ti, aumenta nuestra Fe, y hazla firme como la roca.

Amén.


miércoles, 12 de febrero de 2014

Reflexión del Evangelio del día - miércoles 12 de febrero

Disculpen por escribir tan tarde hoy... ayer no pude encontrar el momento de escribir, y hoy tampoco lo pude antes. Yo necesito estar tranquila, estar en paz, cuando escribo estos textos. Les pido recen por mi familia y por mí, para que convivamos en paz. Y recuerden que pueden escribir sus peticiones en los comentarios, yo los escribiré al día siguiente en la reflexión y oración. Los comentarios anónimos están activados, así que háganlo sin vergüenza. Está activada la moderación de los comentarios, eso sí, pues no quiero que haya ningún disturbio a la paz en el blog. Yo leeré sus comentarios y los publicaré. 


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (Mc 7, 14 - 23) Extraído de la Biblia de Jerusalén.

14 Llamó otra vez a la gente y les dijo: «Oídme todos y entended. 15 Nada hay fuera del hombre que,  entrando en él, pueda contaminarle; sino lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. 16 Quien tenga oídos para oír, que oiga.» 17 Y cuando, apartándose de la gente, entró en casa, sus discípulos le preguntaban sobre la parábola. 18 El les dijo: «¿Conque también vosotros estáis sin inteligencia? ¿No comprendéis que todo lo que de fuera entra en el hombre no puede contaminarle, 19 pues no entra en su corazón, sino en el vientre y va a parar al excusado?» - así declaraba puros todos los alimentos -. 20 Y decía: «Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. 21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, 22 adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. 23 Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre.»

Palabra de Dios.
Gloria y Honor a Ti Señor Jesús.


Reflexión:

Este Evangelio es la continuación del de ayer. No es malo lo que comemos, eso no nos contamina, no por lo menos el alma, que es lo que más interesa a Jesús, y que también debe importarnos mucho a nosotros. Es lo que sale del corazón de los hombres lo que es pecado. No es malo comer carne de vaca o cerdo, pollo o pavo... no, no es malo, lo que es malo es lo que sale del corazón del hombre. 

Nosotros, como seres humanos, hemos heredado el pecado de Adán, que se perdona cuando somos bautizados. Pero, como les dije ayer, queda la huella del pecado. Por eso existe el mal en el mundo. El pecado de Adán, separa a Dios de los hombres, en el sentido de que, antes del pecado original, Adán y Eva "andaban desnudos" en el jardín del Edén. Eso revela una intimidad muy grande con Dios y entre ellos. Esa intimidad, esa cercanía con Dios, se pierde a raíz del pecado, y a Adán y Eva les da vergüenza andar desnudos por el jardín. 

A causa del pecado original, somos más propensos al mal que al bien. ¿Dónde quedan las tentaciones? ¿La serpiente? Sí, las tentaciones existen, pero nosotros tenemos la libertad de decir sí o no. Yo noto (de una forma muy sutil) cuando el maligno me está tentando. ¿Cómo? Todo lo que nos da tristeza, preocupación, cuando pensamos en lo que podría haber pasado si yo hubiese actuado diferente, cuando nos sentimos excesivamente culpables, cuando pensamos en algo que nos acerca al pecado de algún u otro modo... entonces, ahí está el maligno tratando de hacer las suyas (al decir el maligno me refiero al demonio, es que no me gusta mucho escribir eso todo el rato). Si decidimos seguir pensando en aquello, si no buscamos la forma de alegrarnos, de reírnos como niños de nosotros mismos, si no nos ocupamos en vez de pre-ocuparnos, si no pensamos más en Dios y en las cosas bellas que tenemos hoy (en vez de pensar en lo que pudo haber sido), si no huimos del pecado, etc... ahí sí se convierte en pecado. Comenzamos a perder la alegría, con la alegría se va la esperanza, la fe, el amor... Nosotros podemos tener la voluntad de alejarnos del pecado y del maligno también. Para eso solo tenemos que rezar... sí, pedirle al Padre Dios que fortalezca nuestra pequeña voluntad, que nos guíe por sus caminos, que no nos permita caer en tentación... Él es misericordioso, y nos va a ayudar.

Y nuevamente, les recalco... acérquense al Sacramento de la Reconciliación, a la Santa Misa, traten de estar más cerca de Dios en toda su vida, porque la Presencia de Dios ahuyenta al maligno. Si estamos cerca de Dios, Él nos va a dar Su Fortaleza para decir que no al pecado, nos va a alegrar, y toda nuestra vida mejorará.

Y es que hay que poner a Dios en el centro de nuestras vidas. Él debe ser lo más importante, según nuestro estado de vida. Por ejemplo, yo soy soltera, por lo que debo honrar a mi padre y a mi madre, pero a su vez, debo honrar más a mi Dios. Si yo fuera casada, Dios seguiría siendo el más importante, pero me dedicaría más a darle en el gusto a mi marido, pues a través de Él es que amo a Dios, a través de mi esposo y mis hijos. ¿Se entiende? Conozco a alguien (no voy a revelar su nombre...) que no va a la Santa Misa ni si quiera los domingos, siempre tiene mil excusas para no ir. Especialmente pone como excusa el orden y limpieza de la casa, que tiene tanto que hacer... eso no es excusa, si Dios es lo más importante de nuestra vida, nos hacemos el tiempo para ir a verlo, mínimo los domingos. Y si realmente algo no nos permite ir, algo de verdad importante (nuestra salud, o la salud de otra persona, o el deber de trabajar sí o sí en los horarios de la Misa, y no poder ir tampoco a la Misa de vísperas del día domingo, que vale igual que la Misa del domingo) ahí sí Dios nos perdona el no ir a verlo. Pero sépanlo... es pecado no ir a la Santa Misa los domingos. Tenemos muchos días en la semana, muchas horas, y si no le dedicamos 1 sola hora en la semana, el día domingo... es que somos muy ingratos con el Padre Dios.

Les dejo una oración a San Miguel Arcángel, que me ha ayudado especialmente en momentos de gran tentación:

¡Oh San Miguel Arcángel!, defiéndenos en los combates, sé nuestro amparo contra la maldad y asechanzas del demonio. Mándele el Señor que no pueda dañarnos, humildemente te lo pedimos, y tú, ¡Oh Príncipe de la milicia celestial!, usando el poder que el Cielo te ha conferido, lanza al infierno a Satanás, y demás espíritus malignos que recorren el mundo para perder las almas.
Amén.
Escrita por el Papa León XIII, busquen la historia de esta oración. Hay otras traducciones, pero ésta deja más claro lo que estamos pidiendo, y eso hará que podamos pedirlo con más corazón. 

¡Rezo por todos ustedes!

martes, 11 de febrero de 2014

Reflexión y oración del Evangelio del día - martes 11 de febrero

Hoy, 11 de febrero, se celebra el día de Nuestra Señora de Lourdes. El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pio IX, definió el dogma de la Inmaculada Concepción de María, y el 11 de febrero de 1858, 4 años después, la Santísima Virgen se le apareció a Santa Bernardita de Soubirous (proclamada santa el 8 de diciembre de 1933 por el Papa Pio XI). La Santísima Virgen, en su decimosexta aparición, le dijo a Santa Bernardita "Yo soy la Inmaculada Concepción". Además, allí se han curado milagrosamente al menos 67 personas, estos son casos reconocidos por la Iglesia como tales. Los requisitos para que las Curaciones Milagrosas sean reconocidas por la Iglesia son muy estrictos, por lo que no me cabe duda que puede ser que haya más casos que no pueden ser demostrados científicamente como Curaciones Milagrosas (ese es uno de los requisitos para considerarlos Milagros). Y es que Nuestra Señora de Lourdes es patrona de los enfermos. Hasta el día de hoy, miles de peregrinos acuden a la Gruta de Lourdes (Francia) para buscar la curación de sus enfermedades. 

En este día de Nuestra Señora de Lourdes, ofrezcámosle un regalo de amor a la Santísima Virgen: recemos un rosario, y procuremos ser puros como Ella. Pidámosle también que nos haga ser puros y santos, como Ella hizo santa a Santa Bernardita. Ojalá puedan también leer un texto más extenso de la aparición de Nuestra Señora de Lourdes.


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (Mc 7, 1-13) Extraído de la Biblia de Jerusalén.

1 Se reúnen junto a él los fariseos, así como algunos escribas venidos de Jerusalén. 2 Y al ver que algunos de sus discípulos comían con manos impuras, es decir no lavadas, 3 (es que los fariseos y todos los judíos no comen sin haberse lavado las manos hasta el codo, aferrados a la tradición de los antiguos, 4 y al volver de la plaza, si no se bañan, no comen; y hay otras muchas cosas que observan por tradición, como la purificación de copas, jarros y bandejas). 5 Por ello, los fariseos y los escribas le preguntan: «¿Por qué tus
discípulos no viven conforme a la tradición de los antepasados, sino que comen con manos impuras?» 6 El les dijo: «Bien profetizó Isaías de vosotros, hipócritas, según está escrito: "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí". 7 "En vano me rinden culto, ya que enseñan doctrinas que son
preceptos de hombres". 8 Dejando el precepto de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres.» 9 Les decía también: «¡Qué bien violáis el mandamiento de Dios, para conservar vuestra tradición! 10 Porque Moisés dijo: "Honra a tu padre y a tu madre" y: "el que maldiga a su padre o a su madre, sea castigado con la muerte". Pero vosotros decís: 11 Si uno dice a su padre o a su madre: “Lo que de mí podrías recibir
como ayuda lo declaro Korbán (es decir: ofrenda)“, 12 ya no le dejáis hacer nada por su padre y por su madre, 13 anulando así la Palabra de Dios por vuestra tradición que os habéis transmitido; y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.»

Reflexión:

Los fariseos fueron fieles cumplidores de la ley de Moisés en lo "ritual", pero no en la práctica, que siempre debe ir unida al amor a Dios. Por eso Jesús les dice "Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí". Muchas veces cumplimos con ir a Misa los domingos, pero no lo hacemos de corazón, lo hacemos como una formalidad, y por eso después hay tantas personas que nos critican como católicos por predicar, pero no practicar lo que decimos. Más vale poner en práctica lo que Jesús nos dice, que simplemente decirlo a viva voz por el mundo (palo para mí). Proclamar a Dios es importante, sí, pero primero llevemos a la vida lo que Él nos enseña en la Biblia, y a través de nuestra Santa Madre Iglesia Católica. No es necesario que nos vayamos a vivir a un desierto, o que vayamos a la India o a África a misionar (que sería muy bueno, por cierto, si Dios nos regala la Gracia de ir a esos lugares a compartir nuestra experiencia cristiana) pero no es la realidad de muchos de nosotros, que tenemos una familia a quien cuidar, tenemos que estudiar o trabajar. Más vale entregarle a Dios todo aquello pequeño que hacemos, hacerlo con amor y alegría, por Él, para Él. Acerquemos nuestro corazón a Jesús, y procuremos que sea más puro, como el Inmaculado Corazón de María. Pidámosle ayuda, que nos eduque así como educó a Jesús cuando era un niño pequeño. En nosotros reside el "Dulce Huésped de las almas", el Espíritu Santo, y para honrarlo y amarlo, debemos tener nuestro corazón puro. Y para purificarlo, debemos confesarnos, sí, pero la marca, la huella del pecado queda. Para borrar esa huella podemos recurrir a la Indulgencias que nuestra Iglesia Católica otorga a ciertas oraciones, o a ciertos lugares (como las oraciones de Santa Brígida por 1 año, o por 12 años, o las Indulgencias que se pueden conquistar mediante la visita a un Santuario de Schoenstatt durante el año Jubilar. OJO: que hay ciertas exigencias para recibir esta Indulgencia, más adelante pondré un anuncio sobre esto). Pero lo mejor que podemos hacer para luchar con esa huella, para el perdón de nuestros pecados y los del mundo entero, y también la de las almas del purgatorio (que nada pueden hacer para salir de allí más rápido, solo nosotros podemos ayudarlas) es la penitencia, el sacrificio que ofrecemos a Dios por amor a Él. Puede ser hacer por amor algo que no nos gusta, como comer lo hizo nuestra madre (y que no nos gusta), limpiar el baño, barrer nuestra habitación (algo que me cuesta mucho jaja), responder con cariño y respeto algo que antes nos podría haber enojado, sufrir en silencio algún dolor físico (sin quejarnos, y sin permitir que alguien se de cuenta, ni si quiera por nuestras actitudes, esto queda entre Dios y tú. Obviamente si no te es tolerable el dolor ¡no lo hagas! Toma un medicamento). Hay muchas formas de hacer sacrificios por amor a nuestro Dios. Y esta no es una recomendación mía, es una de las cosas que nos dijo Nuestra Señora de Lourdes cuando se le apareció a Santa Bernardita. Hagamos de las cosas pequeñas algo extraordinario, que dé mucho fruto. Y si mi dolor (que puede ser bastante tolerable para mí) puede dar fruto siendo un sacrifico para mi Dios, por la salvación de mi alma y de muchas más... ¿cómo no lo voy a ofrecer? 

El amor, queridos hermanos, se hace fuerte en el dolor. El Padre Kentenich, fundador del movimiento apostólico de Schoenstatt, decía "el dolor acrisola al amor". ¿Qué es acrisolar? Cuando un metal se pone al fuego, lo purifica, le da forma, y queda más brillante: eso es acrisolar. El dolor perfecciona el amor, por eso nuestro sufrimiento ofrecido a Dios, y tolerado con valentía (dolores físicos y emocionales), hace nuestro amor más profundo, más duradero, más puro, más brillante, más hermoso y sincero. 

Más arriba les dije que no podemos andar predicando si no llevamos a la vida lo que decimos. Yo pasé por un profundo proceso, acompañado por un Milagro (quizá no es un Milagro físico, pero de que Dios intervino en esto, sí, lo hizo). Quiero darles testimonio de todo esto que sucede en mi vida, porque sigue ocurriendo. Cuando digo que soy una mimada de Dios, no miento. Él es demasiado amoroso conmigo. Más tarde (o quizás mañana, o por partes, porque la historia es larga) les daré mi testimonio, una historia de Amor entre Dios y yo. 

Me alargué demasiado con el texto ¡disculpen, me inspiré mucho! No les dejaré oración hoy, pero sí algo que puede servirles: la vida, nuestro quehacer se puede hacer oración, si la ofrecemos constantemente a Dios. Una pequeña jaculatoria puede ser suficiente: "Jesús en ti confío", "Jesús, Madre amadísima, me pongo en sus manos".

Dios lo Bendiga a todos, y rezo por ustedes.

Compartiendo la vida... la constancia (de Reflejos de Luz)

La constancia es aquello que somos capaces de hacer una y otra vez en pro de algo en lo que creemos.
No es algo fácil pues, en el camino de la vida, son muchas las cosas que se interponen queriendo romper la lucha por nuestros ideales, pero no es algo imposible.
Ser constante en el Amor es tener capacidad de perdonar siempre, de mirar con ojos de fe, de confiar en la esperanza por un mañana mejor,...
sobre todo, ser constante es no dejarse vencer por el desánimo ni por la falta de logros... ¡Todo podemos alcanzarlo! ¡porque todo esta al alcance de nuestro esfuerzo y perseverancia!.
No es necesario que las cosas estén a nuestro favor para poder lograrlas, aunque eso siempre ayuda, lo importante es avanzar y avanzar poniendo de nosotros lo mejor que somos.
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Quisiera agregar un comentario. Me encantó este texto, aunque le falta solo una pequeña cosita... y es que podemos lograrlo todo, sí. Pero solo con nuestras propias fuerzas, a veces no podemos ser constantes, y menos perseverantes. A veces nos desanimamos, dejamos todo a medio camino, y no crean que esto es algo que les pasa solo a ustedes ¡a mí me pasa muy a menudo! Pero la dicha de caernos una y otra vez,no está en el golpe que nos damos: está en que podemos levantarnos, cambiar nuestras acciones, perseverar, y lograrlo que nos proponemos. 

Pero esa fuerza para levantarnos una y otra vez, no viene de nosotros: viene de Dios. De ahí la importancia de conversar con Él, contarle nuestras cosas, nuestras preocupaciones, agradecerle siempre por tantas cosas que nos da, pedirle perdón si cometimos un error (recurrir siempre al sacramento de la reconciliación), confiarle nuestras cosas, ponerlas en sus manos, pues Él sabe cómo hacer las cosas mejor que nosotros, y si le damos ese permiso de "inmiscuirse" en nuestras cosas, Dios puede hacer que las cosas no solo salgan bien, tal como esperábamos, sino que muchísimo mejor de lo que esperábamos. 

Démosle ese espacio a Dios en nuestras vidas, Él se lo merece. Nos ha dado todo lo que tenemos: cuerpo,mente, emociones, inteligencia... todo por Amor, y Misericordia... pues en verdad no podemos si quiera retribuirle un poco de lo que Él nos da, somos pobres, pequeños, miserables al lado de Él, que es Dios Todopoderoso, pero Él nos ama no porque seamos médicos o albañiles, abogados o feriantes, sino que nos ama porque Él es Bueno. Él se fija en nuestro corazón, nuestra mente, nuestra alma, y no se fija en cuantos estudios tenemos, o cuanto dinero tenemos en el banco. Él nos ama así, tal como somos... ¡Demos gracias a Dios por esto!


lunes, 10 de febrero de 2014

Reflexión y oración del Evangelio del día - lunes 10 de febrero

Queridos hermanos en la fe:

Los quiero invitar nuevamente a que pongan en los comentarios sus peticiones de oración, o que comenten lo que he escrito. Cuando pensé en este blog, pensé también en que sería hermoso que de aquí se formara una comunidad. Sí, una comunidad alrededor de Cristo, una comunidad orante, que busca en todo Su Gloria, y que busca la santidad en la vida diaria, en lo más simple de nuestros días. Por eso vuelvo a invitarlos a que escriban, escriban sus pesares, sus pensamientos, sus dudas. Siempre los recibiré con mucho cariño. Los comentarios serán moderados, nada más que para evitar que venga alguien a insultar, cosa que dudo, pero por si acaso. 

Rezo por ustedes, y a pesar de que no los conozco, ni sé sus nombres, los llevo en mi corazón.

Mili de Jesús


Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según San Marcos (Mc 6, 53 - 56) 
Extraído de la Biblia de Jerusalén.

53 Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron. 54 Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, 55 recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos
en camillas adonde oían que él estaba. 56 Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas,
colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.

Palabra de Dios. R: Gloria y Honor a Ti Señor Jesús.

Reflexión:

Me voy a basar esta vez un poco en el librito "Les doy una Buena Noticia 2014", publicado por la editorial  Paulinas. 

Llama muchísimo la atención que en este Evangelio no se habla nada de grandes predicaciones, de ninguna palabra que Jesús les haya dicho a estas personas. Sino que más bien, ellos le reconocieron de inmediato, y le llevaban enfermos. Seguramente ya se "había pasado la voz" acerca de Jesús, pero fue tan grande la fe de ese pueblo, que Jesús pudo curar a muchos enfermos: pedían tocar aunque sea el fleco de su manto, y quedaban sanados. Y es que Jesús sana, y sana de verdad. A veces podemos pensar que es "solo un modo de decir las cosas", pero no es así. Literalmente, sanaba a los enfermos. Pero Jesús no puede sanarnos si es que no tenemos una fe ciega en Él. Sé que es difícil creer así, ciegamente. La vida en este mundo siempre será en tinieblas, la fe es nuestra luz que nos guía en esta noche oscura. Pero la fe es un Don, no es algo que yo pueda procurar desarrollar en mí de la nada. Primero hay que rezar, pedir ese Don de la fe. Y claro, podemos empezar por confiar, poco a poco, en Jesús. Por eso es tan importante la oración, a través de ella podemos poner en las Benditas Manos de Jesús nuestras cosas, nuestros problemas, nuestras alegrías, nuestros dolores, y así dejamos también que Jesús toque nuestra vida. Él nunca viene y cambia todo violentamente, Jesús va cambiando nuestra vida y nuestro corazón de a poco, con delicadeza, precisamente porque conoce nuestra debilidad. Ahora, si algo pasa así, violentamente, es porque: o Dios consideró que era necesario (porque nos negamos de plano a aceptarlo), y/o porque Él considera que somos fuertes para cargar con esa cruz. Hay una canción que escribió un sacerdote, que dice que Jesús carga primero nuestra cruz, para saber si seremos capaces de soportarla. Así como un padre o una madre nunca le da un bolso del supermercado demasiado pesado a su hijo, así mismo Jesús nunca nos da una cruz que no podamos cargar. 

Volviendo a la gente que tenía esta fe tan grande en Jesús: ellos no recibieron grandes predicaciones, bellas palabras, seguramente porque Jesús consideró que no era necesario. No es que no haya querido regalarles bellas palabras, seguramente las dijo, pero Su Presencia fue tan fuerte para la gente de ese pueblo, que fue suficiente para provocar en ellos una fe muy grande. Y es que Jesús tampoco es un hombre de muchas palabras, Él prefiere los actos, los hechos, que vivamos su Evangelio, sus mandamientos (especialmente el de amar a Dios sobre todas las cosas, y al prójimo como a nosotros mismos) a que hablemos mucho y en verdad no hagamos nada de lo que predicamos. Jesús mismo es un hombre que prefiere lo concreto, y Él mismo nos da el ejemplo de ésto. ¿Se han fijado que si bien hay parábolas muy hermosas de Jesús, nunca se extienden tanto? Jesús prefiere los actos a las palabras. Y es que una sola mirada de Jesús debe expresar tanto amor, que no deben ser necesarias las palabras para expresarlo. Es más ¡las palabras sobran! 

Nosotros debemos seguir el ejemplo de Jesús: no es necesario que seamos grandes sabios, que digamos muchas palabras bonitas, más vale que demos testimonio con actos, con hechos, de que Jesús vive en nuestro corazón, está muy presente en nosotros, y esto bastará para que muchas personas crean en Él. 

Jesús, esta vez, prefirió permanecer humilde, en silencio, sin causar más revuelo. Jesús sí es sabio, y debe tener miles de frases hermosas, y un conocimiento impresionante de las cosas. Pero eso sobra si no llevamos a la vida, a los actos, lo que llevamos en el corazón. Esto tiene mucha relación con el Evangelio del día domingo (ayer) les sugiero que le den una segunda leída, y si es que no lo han leído ¡léanlo! 


Oración:

Gracias Jesús, porque Tú nos das el ejemplo de cómo debemos dar testimonio de Ti. Haz que Tu Palabra, que Tu Vida, traspase la nuestra. Vive Tú en nuestra vida, hazte presente, visible y palpable en nuestro ser. Te amamos Jesús, haz que este amor sea fecundo, que a través del amor a Ti, comencemos a confiar en Ti, a dejar que toques nuestras vidas, que las transformes a tu gusto, para que vivamos siempre conforme a Tu Voluntad. Aumenta nuestro amor a Ti, aumenta nuestra fe, nuestra esperanza, y que vivamos siempre alegres, que nuestra alegría seas Tú, y así nadie ni nada podrá quitarnos la alegría. 

Gracias por todo Jesús, te amamos desde lo más profundo de nuestros corazones.